La teoría económica disponible para
el análisis del precio de las acciones nos enseña que el precio de una acción
debe estar en torno a su valor fundamental; sin embargo, al poner el libro a un
lado y revisar el desenvolvimiento de los mercados, vemos que existe una
divergencia entre el valor supuesto y el precio real de una acción, y la razón
de esta brecha es que el precio de mercado suele estar en función a diversos
factores, muchos de los cuales son difíciles de medirlos o incluso, conocerlos
perfectamente, como las expectativas, quedando de esta manera, fuera del ámbito
del análisis fundamental.
Este hecho motivó a los analistas y
estudiosos de los mercados financieros en la búsqueda de métodos de análisis
alternativos y distintos al análisis fundamental, con la finalidad de intentar
prever cual será la tendencia futura de dichos mercados. Uno de estos métodos es
el análisis técnico que, a diferencia del análisis fundamental, estudia
directamente los movimientos que se han producido en el mercado, dando
prioridad a la observación de la evolución de las cotizaciones a lo largo de un
periodo.
Este tipo de análisis tuvo sus
orígenes a finales de 1880, siendo su antecesor más directo los estudios
llevados a cabo por Charles H. Dow. En su versión más moderna no se limita al
chartismo o análisis gráfico, sino que su base metodológica incluye el estudio
del componente psicológico de las decisiones de inversión, concretamente
aspecto de la psicología social como son el comportamiento colectivo y la
formación de actitudes y los cambios en las misma, así como el análisis
cuantitativos basados en osciladores e indicadores técnicos.
¿Es el análisis técnico una
herramienta infalible? No, el análisis técnico no es infalible y difícilmente nos
asegurará el poder aprovecharnos de la totalidad de los ciclos de alzas y bajas,
pero en muchas ocasiones nos ayudará a detectar cuándo tomar una determinada posición,
corta o larga, en el instrumento financiero que haya iniciado una senda alcista
o bajista y sea objeto de estudio. El análisis técnico bien complementado con el
análisis fundamental nos ayudará a mejorar nuestros puntos de entrada al mercado,
reduciendo el riesgo de pérdida y ampliando nuestro margen de ganancia.